La complicación más graves es la embolia pulmonar (EP). Se trata de la obliteración total o parcial de la red arterial pulmonar, tras la migración en la circulación del coágulo constitutivo de la TVP. La mortalidad asociada a la embolia pulmonar continúa siendo importante.
Los signos clínicos de la embolia pulmonar son igualmente poco específicos:
- dolor torácico,
- disnea,
- taquicardia,
- cianosis,
- febrícula,
- insuficiencia cardiaca derecha,
- derrame pleural.
El recurso a la medición de la tasa de D-dímeros puede permitir excluir el diagnóstico de la EP. El diagnóstico de certidumbre reposa en la utilización de las imágenes (escáner angio espiralado).
El síndrome post trombótico constituye la complicación más frecuente de la TVP. Los síntomas pueden ser moderados:
- pesadez de las piernas,
- calambres,
- edema vesperal,
- várices,
- claudicación venosa,
- trastornos trópicos cutáneos (dermo hipodermitis, úlcera de la pierna).
Por último, la recidiva es posible. Esta es más frecuente si el factor de riesgo que precipitó el primer evento es permanente (como un cáncer) que si este es transitorio. Además, la ausencia trombo residual y una tasa de D-dímeros normal, de tres a cuatro semanas después del inicio del tratamiento, podrían constituir indicadores de riesgo reducido de recidiva.