En primer lugar debe considerarse el tratamiento del trastorno subyacente que causó la CID. Existen varias opciones, dada la diversidad de los trastornos responsables.
El tratamiento de la CID propiamente dicha es ante todosintomático y tiene por objeto restablecer el equilibrio hemostático.
Para las manifestaciones hemorrágicas graves, el objetivo del tratamiento es limitar la hemorragia mediante concentrados de plaquetas y plasma fresco congelado.
No existen tratamientos específicos para las manifestaciones trombóticas de la CID. No se recomienda el uso de heparinas, fibrinolíticos o antitrombina. La
proteína C activada (drotrecogina) se ha retirado recientemente del mercado por falta de eficacia.